Cuatrocientos años hilvanan uno de los festejos más singulares de la provincia. Es la Fiesta de Mozos de Rus. Una tradición insólita en España, porque es el único municipio en el que la Custodia, procesiona por segunda vez en el año. Por ello, ahora, el Ayuntamiento lucha por que sea declarada de Interés Turístico andaluz
La Fiesta de Mozos, hunde sus raíces en el siglo XVII. Según recogen las crónicas de la época, en el año 1683, una epidemia de peste bubónica atenazó la comarca de La Loma. Y, en Rus —un municipio que, en aquel momento, ni siquiera contaba con 250 habitantes—, la plaga acabó con la vida de veinticinco jóvenes. Impotentes y atemorizados por este “azote” de enfermedad y muerte para el que parecía que no había remedio, los vecinos se encomendaron a Dios y sacaron en procesión al Santísimo.
Ese fue el punto y final de la peste, según las mismas crónicas, y el comienzo de una tradición que, como la alargada sombra de un ciprés, ha llegado hasta nuestros días con el nombre de la “Fiesta de Mozos”.
Se celebra a finales del mes de septiembre, cuando el verano ya empieza a dar sus últimos coletazos, y el municipio se convierte en una algarabía de vecinos y de gentes llegadas de todos los rincones de la comarca y de la provincia. Las calles se adornan como si de un segundo Corpus Christi se tratara y, con máscaras en el rostro, los ciudadanos se afanan por dejar a un lado las penas y ahuyentar los males a fuerza de repetir unas palabras tan significativas y simbólicas como el mísimo “abracadabra” que abrió la cueva del tesoro a Alí Babá y sus cuarenta ladrones.
En este caso, “la frase es ‘mascarilla, mascarilla, que no me conoces”, comenta, divertido, el alcalde, Manuel Hueso. Y es que, durante tres días, si algo no falta en Rus es humor y diversión, pero también fe, porque el municipio, además de ser el escenario de un segundo carvanal, que se celebra en pleno verano, también destaca por vivir un momento insólito, único en España: por segunda vez en el año, los vecinos sacan en procesión a la Custodia.
De esta forma, Rus recuerda un periodo triste de su historia y, al mismo tiempo, refuerza el vínculo con sus tradiciones, con las raíces que han hecho de este pueblo lo que es ahora. Por estos motivos y, fundamentalmente, por la idiosincrasia de esta centenaria Fiesta de Mozos, el Ayuntamiento ha solicitado a la Junta que le otorgue el rango de Interés Turístico.
Noticia publicada en el Diario Jaen, el Martes 23 de marzo de 2010.